El poder de la palabra
Dec 21, 2015Leía un artículo bien interesante, que contenía una frase que captó mi atención. Decía: "Aquello que hoy se encuentra en crisis es justamente la posición que tomamos frente a esas situaciones: está en crisis "la palabra que ya nadie parece comprometerse a sostener. Frente a dichos y contradichos, cambios en la manera de proceder, ambigüedades en el lenguaje o diferencias entre lo que se dice y se hace, uno como espectador es sumergido en una especie de confusión, y si nuestro interlocutor es lo suficientemente hábil y nos encuentra algo desprevenidos es muy probable que nos haga creer que no es él, sino nosotros quienes interpretamos erróneamente sus palabras o actos”.
En las empresas así como en nuestra vida personal, debemos ser cautelosos de la palabra que sale de nosotros. Como bien dice la Biblia “de la abundancia del corazón habla la boca”. A través de lo que expresamos verbalmente mostramos mucho de nuestra personalidad. Veo a diario como supervisores, coordinadores, gerentes en lugar de utilizar las palabras apropiadas, hacen todo lo contrario. El lenguaje es negativo y la falta de tacto al expresar sus pensamientos crea grandes conflictos resultando en un ambiente laboral desagradable y cargado de energía negativa.
Cuántas veces olvidamos el valor de la palabra. Cuanto afectamos las relaciones por decir las palabras incorrectas en el momento incorrecto. Más aun cuando somos los líderes y por decir las palabras incorrectas vamos matando el respeto que nuestros subordinados tienen por nosotros. ¿Cuántas veces has empeñado tu palabra y luego no cumples con el compromiso que hiciste?
El rol de un líder es mantener un ambiente de trabajo agradable. El líder utiliza la palabra para lograr resultados, a través del ejemplo y la motivación. Es un mediador, no un creador de conflictos.
Es importante que se cultiven las relaciones entre los grupos de trabajo, de manera que evitemos los chismes y dramas que se generan, ya sea por las diferencias de personalidades, puntos de vista o simplemente por la competencia profesional. Tenemos que aprender a conocer a la gente para saber cómo manejar cada situación. Pues no todos los conflictos se resuelven de la misma manera.
No podemos pasar por alto que debemos tener cierta malicia, ya que el simple de hecho de tener un rol de autoridad se presta para que algunos te quieran dañar. Si lo permites la jornada será más difícil de lo que suele ser. Por eso, es importante que evalúes la forma en que te comunicas y cómo son las relaciones en tu área de trabajo.
Si eres la cabeza, entonces analiza a quienes tienes a cargo de esta encomienda. Porque si eres como muchos que he visto que tiene a las “cabras velando la yerba” déjame decirte que no habrá grandes cambios hasta que pongas a la gente correcta. Gente que sepa cuándo hablar y cuándo callar, gente confiable y leal y sobre todo gente que tenga una calidad humana lo suficientemente grande para no abusar de su autoridad y mantener su profesionalismo por encima de los intereses personales.
Este artículo fue escrito por RH SOS™. Derechos Reservados 2021.